Antes del duelo con Gimnasia Ramiro Ruiz Rodríguez fue distinguido por haber cruzado la barrera de los 100 partidos en la Primera de Atlético. “Es una felicidad tremenda para mí, para mi familia, para mis amigos que siempre estuvieron, en las buenas y en las malas”, dijo el delantero en diálogo con LA GACETA. El monterizo forma parte de un selecto grupo de 26 juveniles que debutaron en los últimos 10 años, nómina en la que se destacan Tomás Cuello, Nicolás Romero, Ignacio Maestro Puch y Kevin Isa Luna.

En los últimos años, el semillero “decano” empezó a dar sus frutos. De hecho, el club transfirió a Cuello al fútbol brasileño, en tanto que Isa Luna, Maestro Puch y Ruiz Rodríguez podrían emigrar en este mercado de pases. De esto habló “RRR” con LA GACETA.

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- ¿Cuál fue el peor y el mejor momento que viviste?

- El gol a River en el Monumental fue un sueño, siempre me imaginé eso viendo los partidos por televisión. Además era un equipo lleno de estrellas. Todo el año pasado2022 fue muy bueno. Lo peor fue este año, la pasé muy mal.

- ¿Sufriste un bajón anímico?

- Ahora estoy muchísimo mejor, lo superé con la ayuda de muchos profesionales que me dieron una gran mano. Psicólogos, psicólogos deportivos y mi mamá, que siempre me ayuda y está para escucharme y aconsejarme.

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- ¿Cómo son las charlas con los otros juveniles?

- Hablamos mucho. Nos tratamos de apoyar entre todos porque somos pocos y conocemos bien todo lo que pasamos para llegar a donde estamos. Pero siempre llegamos a la conclusión de que hay que esperar, ser pacientes y aprovechar las oportunidades, tratamos de estar listos para eso.

- ¿Disfrutaste todo el camino?

- Pasé muchas cosas, desde salir campeón en la Liga Tucumana hasta convertirle un gol a River en el Monumental de Núñez. Fue un proceso difícil de transitar, pasaron muchas cosas por mi vida, crecí como persona y como jugador. Hubo un momento en que quería dejar todo. Me pasaba horas en los colectivos. Un día le dije a mi mamá que no quería jugar más, ella me sentó y me pidió que me diera una oportunidad más. Gracias a Dios la escuché, ahora cumplí 100 partidos y espero que sean mucho más.

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- ¿Cuándo llegaste al club?

- En 2013/14 empecé en Novena con Jorge Artero, me acuerdo de que a veces faltaba a entrenar porque no podía venir desde Montero. Se me pasaba el colectivo o llovía mucho y no podía viajar. Él me bancaba mucho en ese sentido y lo bueno es que pudimos salir campeones.

- ¿Perdiste regularidad?

- Creo que es por la confianza. Lucas Pusineri me dio lo que necesitaba pero después me sacó esa confianza. Son decisiones que toman los técnicos, yo siento que si me vuelven a dar confianza puedo recuperar el mejor nivel. Ahora no juego mucho pero me entreno al cien por cien.

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- Hay un interés de un equipo de Grecia y otro de México, ¿te gustaría salir en este mercado?

- Ojalá que sea lo mejor para todos, yo me siento muy feliz aquí, pero si me toca irme quiero hacerlo bien, con el cariño de los hinchas que para mí es especial. Por el momento solo pienso en el partido del lunes.

- ¿Qué te dijo Maestro Puch por esa contra del martes? Te pedía el pase y vos elegiste el arco...

- Algo me insultó (risas). Entré a un partido duro y me llegaron tres pelotas seguidas que tuve que correr y correr, en esa llegué muy ahogado. Los “profes” me dicen: ‘tomate esos segundos de más’. Yo quiero hacer todo a mil y a veces hay que pensar un poquito.

- ¿Un deseo?

- Tengo muchos. El principal es salir campeón en este club para devolverle algo después de todo lo que me dio. Después ir a jugar en otro lado para ayudar a mi familia. El dinero también es importante para nosotros, que la peleamos desde abajo.